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Semana de Agosto 19, 2013
Cómo Sindicalistas Negros Organizaron la Marcha de 1963 por el Trabajo y la Libertad
Este verano se cumplen 50 años desde que la Marcha de 1963 en Washington, por el Trabajo y la Libertad, atrajo a más de 200.000 personas. Un nuevo libro extractado abajo pone la acción de 1963 en su contexto organizativo.
Cada niño de las escuelas de Estados Unidos aprende las primeras palabras del discurso del Dr. Martin Luther King, “Tengo un sueño”, pero cuántos de ellos saben que la marcha fue organizada por los principales activistas laborales negros –y que hicieron un llamado no solo para terminar con los prejuicios, sino también por obtener programas federales de trabajo, igualdad en el trabajo, y un aumento al salario mínimo—Los Editores.
En enero de 1963, A. Philip Randolph, lider de la Hermandad de Sleeping Car Porters, un sindicato negro, quería una gran marcha en Washington para llamar la atención hacia “la subordinación económica del Negro” y para crear “más trabajos para todos los norteamericanos.”
Líderes del Consejo Laboral para el Negro Americano aprobaron el plan. Mientras tanto, activistas del Sur como King estaban frustrados por la miserable situación de los derechos civiles con el Presidente Kennedy. Randolph y King se reunieron y resolvieron marchar bajo el lema “Por Trabajo y Libertad.” Ellos pronto ganaron el apoyo de otras organizaciones de derechos civiles.
Las demandas incluyeron un programa federal de empleos, incremento del salario mínimo, una ley sobre Práctica de Empleo Justo, y el apoyo para la iniciativa de derechos civiles de Kennedy. Ellos anticiparon que obtendrían la participación de 100,000 personas.
Cleveland Robinson y L. Joseph Overton del Distrito 65 del Sindicato de Minoristas, Mayoristas y Tiendas Departamentales pidieron a los sindicalistas establecer comités locales de organización en ciudades donde ellos tenían influencia, y un organizador se pasó viajando durante julio y agosto, a través del país, para coordinar sus esfuerzos.
Roy Wilkins escribió a cada rama de NAACP (organización de derechos civiles para el desarrollo de la gente de color), al Consejo Juvenil, y a la conferencia estatal pidiéndoles que organizaran “no menos de 100,000” personas que participaran en la Marcha y él le escribió al secretario del trabajo de NAACP Herbert Hill para que les ayudara.
El Consejo Nacional de Iglesias, el Congreso Judío Americano, y la Conferencia Nacional Católica para la Justicia Interracial apoyaron la Marcha, junto con 17 sindicatos y algunos consejos laborales estatales y municipales.
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Para el final de Julio, los comités organizativos locales habían enviado 2,000 autobuses, 21 trenes, y 10 aviones.
Extractado y resumido de The March on Washington: Jobs, Freedom, and the Forgotten History of Civil Rights, por William P. Jones.
Estudiantes de San Francisco Hacen un Plantón para Salvar su Amada Universidad Comunitaria
El 20 de agosto, 150 estudiantes se plantaron frente al Ayuntamiento de San Francisco, demandando que el Alcalde defienda la Universidad Comunitaria de San Francisco (CCSF por sus siglas en inglés). Treinta y seis fueron arrestados.
La muy querida universidad comunitario con una baja matricula puede cerrar en 2014. Está bajo el ataque de una fuente no esperada, la Comisión de Acreditación para Universidades y Preparatorias Comunitarias (Accrediting Commission for Community and Junior Colleges/ACCJC).
La ACCJC no tiene quejas sobre el valor de los grados y credenciales de la Universidad de la Ciudad.
En cambio, lo que si considera problemático es la amplia cultura democrática del CCSF de compartir el gobierno, un sindicato muy fuerte de docentes, buenos contratos que brindan trabajo decente para sus trabajadores, y el servicio a la comunidad en la forma de programas sin crédito y sin costo.
Si se le despoja de la acreditación, la universidad y sus 110,000 estudiantes perderían el acceso a financiamiento local, estatal y federal.
Pero San Francisco era probablemente el lugar equivocado para atacar una universidad comunitaria. Se estima que el 54 por ciento de los votantes de San Francisco o de los miembros de sus familias han acudido al CCSF. Estudiantes, docentes, el movimiento sindical local, y los miembros del consejo de la ciudad se han unido en manifestaciones en las calles, han marchado al ayuntamiento, han hablado en mítines y han convocado a audiencias.
¿Por qué iba alguien a intentar cerrar una Universidad de la Ciudad? En la actual ola de intentos de privatizar todo lo público, instituciones con fines de lucro están hambrientas de tomar ventaja del flujo de ingresos de los préstamos estudiantiles. La potencial fuente de ingresos es enorme para universidades privadas con fines de lucro que recogerán a los estudiantes cuando el CCSF cierre.